Ingredientes:
- 2 yogures de limón
- 6 huevos
- 1 medida de yogur de mantequilla light derretida
- 4 medidas de yogur de azúcar
- 6 medidas de yogur de harina
- 2 sobres de levadura Royal
- 4 cucharadas de cacao Valor sin azúcar.
Para el relleno y la cobertura:
- 250 g de chocolate blanco
- 150 g de nata líquida para montar
- 100 g de chocolate negro
- 100 g de nata líquida para montar
- Kit-Kat
- Fondant
El relleno de la tarta y la cobertura está hecho a base de ganaché de chocolate, blanco y negro. El ganaché hay que prepararlo el día antes, por lo menos, para que adquiera la textura adecuada. El ganaché de chocolate blanco es muy dulce.
Ponemos la nata a calentar, y cuando hierva echamos el chocolate. Lo dejamos templar y a la nevera hasta el día siguiente.
Para hacer el bizcocho, precalentamos el horno a 175ºC y preparamos tres moldes redondos de 23 cm. De diámetro.
Batimos los huevos con el azúcar hasta que se disuelva. Añadimos el yogur y la mantequilla y batimos. Finalmente añadimos la harina con la levadura y el cacao, tamizados. Mezclamos.
Pesamos la masa y la dividimos en tres partes iguales (a mi me salieron tres bizcochos de 600 gramos cada uno). Llenamos los moldes.
Horneamos durante 25 – 30 minutos.
Sacamos y dejamos enfriar totalmente.
Para montar la tarta, lo primero que hacemos es igualar los bizcochos, recortando la parte abombada, y dejándolos planos. Yo los he cortado con una lira de repostería, pero se puede cortar con un cuchillo.
Se coloca un bizcocho y se cubre con una buena capa de ganaché blanco. A continuación se coloca el segundo bizcocho y se cubre a su vez con una capa de ganaché blanco. Finalmente se pone el tercer bizcocho encima, y se cubre con el ganaché de chocolate negro. También ponemos una fina capa alrededor para que actúe como pegamento de las chocolatinas.
Pegamos los Kit-Kat alrededor de dos en dos y lo metemos en la nevera a enfríar.
Se preparan las figuras de fondant y se colocan sobre el ganaché negro, dibujando pequeñas ondas, para darle mas movimiento a la escena.
No conviene meterlo en la nevera, porque se agrieta bastante el fondant, pero a mi no me quedó mas remedio, porque hacía mucho calor, y se derretía el chocolate… Si el ambiente es fresco, puede conservarse fuera de la nevera. Si no, metedlo en una caja de tartas, para que no se humedezca, y sacarlo por lo menos una hora antes de consumirla, para que se atempere, y los bizcochos no resulten duros.
Este post participa en el “Carrusel de Blogs Nº4” de Las Cosas Ricas de Gaby
me encanta esta tarta, te ha quedado preciosa. Siempre busco una oportunidad para hacerla, pero o me piden otra tarta o no les gustan los cerditos. Así que , como se avecina mi cumple, me la voy a auto regalar. Vengo del carrusel de blogs de gaby. un besito.
Eso es lo mejor… hacerse las tartas para uno mismo. Cuando la hagas mándame la foto a ver como te quedó. Un abrazo,
Hola guapa, te visito desde el carrusel de blogs de Gaby, pero ya soy una habitual 🙂
te ha quedado chulisima
un beso
Mayte de http://losdulcesdemayte.blogspot.com.es/
Gracias. Tenía muchas ganas de hacer esta tarta y quedó muy rica… aunque los peques hubieran querido mas cerditos… je, je.