Ingredientes:
- 4 huevos medianos
- 125 g. de azúcar
- 125 g. de harina
- Una pizca de sal
Precalentamos el horno arriba y abajo, a 180 grados.
Tamizamos la harina.
Hay quien separa claras y yemas, y lo bate por separdao, yo lo he hecho todo junto y ha quedado muy bien. Ponemos los 4 huevos y el azúcar en un bol y los batimos con una batidora de varillas, a velocidad máxima, durante aproximadamente 10 minutos, hasta que hayan duplicado su volumen. La clave está en que cuando levantemos las varillas, caigan suavemente, como las claras a punto de nieve, y se forme un dibujo sobre la superficie de la mezcla.
Se añade entonces la harina, y mezclamos despacio con una espátula, con movimientos envolventes, para que la mezcla no baje su volumen.
Lo vertemos en un molde redondo de 25 cm. y alisamos la superficie. Horneamos durante aproximadamente 15 minutos. Se pincha con un palito para comprobar si está hecho. Dejar templar y entonces desmoldar con sumo cuidado, porque es un bizcocho frágil y puede romperse.