Ingredientes:

• 250gr de mantequilla a temperatura ambiente
• 265gr de azúcar glacé
• 2 huevos
• 600gr de harina
• 2 cucharaditas de canela

Mezclamos el azúcar con la mantequilla a velocidad muy baja… lo justo para que se integren. A continuación añadimos los huevos. Primero uno, y cuando se haya integrado, el siguiente, batiendo despacio y poco. Finalmente añadimos la harina con la canela, y mezclamos.

Sacamos la masa de la máquina, y la juntamos formando una bola. Amasamos un rato. Cuando deja de estar pegajosa es que ya no hace falta más harina. Amasamos hasta que cambie su textura y se vuelva más elástica.

La dejamos reposar 5 minutos.

Procedemos a estirarla sobre un mantel de silicona con un rodillo de medidas… o bien poniendo unos listones en los lados para que toda la masa nos quede del mismo grosor.

Una vez estirada y lisa, la refrigeramos durante al menos 2 horas.

Transcurrido el tiempo, cortamos las galletas y refrigeramos mientras de calienta el horno.

Los restos de masa pueden volver a juntarse y estirarse de nuevo. Si se calienta la masa, la refrigeramos de nuevo, para facilitar el corte de las galletas.

Horneamos a 180º durante 12-14 minutos. Vigilando bien para que no se pasen.

Se sacan y se dejan enfríar sobre la rejilla completamente. Cuando estén frías se guardan y se dejan reposar para decorar a las 24 o 48 horas.

La glasa esta vez la he hecho usando Royal Icing mezclado con agua… Vamos, que es glasa prefabricada, como quien dice. Añadí el agua que marcaba el paquete, y luego fui añadiendo con el gotero hasta encontrar la consistencia justa. Teñí 2/3 de blanco y 1/3 de naranja claro… ¡¡y a decorar!!