Lo primero… ¡¡a lavarse bien las manos!!
Ingredientes:
- Galletas (por ejemplo las galletas Maria de toda la vida, o bien Galletas Oreo)
- Quedo Philadelphia
- Chocolate (negro, blanco o con leche)
- Decoraciones
Preparando la masa
Trituramos las galletas en la thermomix, o similar… Las mezclamos con queso crema. Nosotras usamos Philadelphia, pero vale cualquier queso crema parecido. ¿Cuanto queso?… es difícil saberlo… No hay una cantidad establecida. Lo conveniente es ir añadiendo poco a poco, hasta que veamos que la masa se hace pegajosa y podemos manejarla y hacer bolitas.
La forma de los cake pops puede ser muy variada, pero para empezar mejor hacer bolitas… Los niños las hacen encantados, porque están acostumbrados a jugar con plastilina… y les dan tantas vueltas que quedan perfectas y sin grietas… aunque tal vez algo manoseadas…
Cuando estén las bolas hechas, las metemos en la nevera, y a enfríar por lo menos media hora, para que se consoliden bien.
Podemos aprovechar ese rato para preparar el chocolate y los palitos.
Yo uso chocolate normal y corriente. Si lo queremos de colores, usamos el chocolate blanco y lo teñimos con colorantes especiales para chocolate… No hay cosa que le pirre mas a Lucía que ponerle colorines al chocolate… Si no queremos enguarrinar con colorantes… lo dejamos de color natural, que también quedan muy bonitos.
Pinchando las bolitas
Llegó la hora de la verdad… pinchar el palito en la bola. Esta parte la hace Lucía con una soltura envidiable.
Primero: mojar el palo en chocolate
Segundo: pinchar el palo en la bolita (hasta mas o menos la mitad)
Cuando están todos pinchados… ¡¡a la nevera!! Y esta vez un buen rato, para que el palito se quede muy pero que muy pegado a la bola, y luego no tengamos problemas…
Haciendo la cobertura
El chocolate tiene que estar bien derretido. Cogemos el palo con la bola, lo metemos en el chocolate y lo cubrimos bien… Lo sacamos, y ponemos a escurrir el chocolate sobrante. Para ayudar, podemos sujetar el palo con una mano, y darnos con la otra mano, pequeños golpecitos en la mano que sujeta el palo… También se puede golpear el palito contra el bol que tiene el chocolate, pero el riesgo de que la bola se caiga es mayor…
Ponemos las bolas a secar, y colocamos las decoraciones que queramos.
A Lucía le encantan, y en general a todos los niños, porque son muy cómodos de comer, al tener un palito para sujetarlo, porque es una porción pequeña y no se les hace pesado, y porque al llevar chocolate les gusta mucho el sabor. Llevan algo de trabajo, pero si vuestros niños son tan colaboradores como Lucía, es una forma estupenda de pasar una tarde lluviosa en casa…
!!ya tenemos a una nueva repostera para el futuro!! empieza muy bien… porque la práctica hace mucho.