Ingredientes para el bizcocho:
- 200 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 200 g de azúcar extrafino
- 4 huevos medianos
- 200 g de harina
- 16 g de levadura química
- 2 cucharadas de leche (opcional)
Precalentamos el horno a 190 º y preparar los moldes de los bizcochos (yo en este caso, he usado dos moldes de 18 cm, desmoldables)
Batimos el azúcar y la mantequilla juntos hasta conseguir una masa ligera y esponjosa. Si es con Thermomix, poner la mariposa. Si no, emplead una batodira de varillas.
Añadir los huevos uno a uno, y batir bien hasta que la mezcla quede sueva.
Tamizar la harina y la levadura, y ponerlas en la mezcla. Añadir la mitad de la harina primero y batir. Si es con Thermomix, quitar la mariposa, y poner la otra mitad de la harina, y batir. Añadir un poco de leche, si la mezcla ha quedado poco fluida.
Dividir la mezcla en los dos moldes, utilizando una espátula para alisar la preparación.
Meter los dos moldes en el horno y revisar a los 20 minutos. Los bizcochos están listos cuando se pincha con un palillo en el centro de cada uno, y sale limpio.
Dejar que se templen, y desmoldarlos sobre la rejilla, girarlos, y dejar que se enfríen completamente antes de decorarlos.
Ingredientes para la crema de queso:
- 200 ml de nata para montar (35% de materia grasa)
- 150 g queso crema
- 3 cucharadas de azúcar glass
Empezamos montando la nata. Para ello, el bol tiene que estar MUY frío y las varillas que empleemos también, al igual que la propia nata (yo incluso la metí en el congelador cinco minutos). Empezamos a batir a velocidad media – alta, y cuando empiece a montarse, vamos añadiendo el azúcar a cucharadas. Cuando se formen picos firmes, añadimos el queso y batimos a velocidad baja, lo justo para que se integre con la nata.
Yo nunca consigo montar la nata con la Thermomix… No se si es porque se calienta o que… pero se me corta siempre. Por eso utilizo siempre una batidora de varillas de las que se cogen con la mano…
Esta crema es espectacular… os lo aseguro…
Para el montaje de la tarta necesitaremos unos 200 g. de fresas.
Si los bizcochos no han quedado planos, sino ligeramente abombados, hay que igualarlos, bien con una lira, bien con un cuchillo, para que queden aplanados y podamos hacer el montaje.
Colocamos un bizcocho sobre el plato, y echamos sobre el una generosa capa de crema de queso. Sobre la crema colocamos las fresas cortadas por la mitad, o en cuartos, como prefiramos. Colocamos el otro bizcocho encima, y repetimos. Echamos una generosa capa de crema de queso, y colocamos las fresas por encima. Estas fresas hay que colocarlas con mas cuidado, porque va a ser la cubierta de la tarta, y por tanto, lo que represente nuestro trabajo.
Yo lo monté en el plato, sin aro ni nada, y no tuve problemas, porque la crema queda muy bien de consistencia, y no se vierte por los lados.
Hay que conservarla en la nevera hasta el momento de servir. En mi caso, no nos la comimos toda el mismo día, y aguantó hasta el siguiente sin problema… No se si aguanta mas, porque en mi casa no duró…
¡¡Buen provecho!!
¡¡¡ fenomenal y muy vistosa de color !!! las fresas dan mucho alegria y colorido a las tartas . ¡qué fácil parece !.
No sé si es fácil o no porque estoy salivando desde que vi la primera foto.
¡Enhorabuena!
Bssssssssssssssssssssssssss
Facilisima… Gracias. Esta tan rica como parece.
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