Una tarta falsa es como un objeto de decoración… Nunca había hecho una antes. Consiste en un dummie de corcho, forrado, y en el que se plasma toda la decoración que se nos pase por la cabeza.
Las tartas de los escaparates de muchas tiendas de repostería creativa, las tartas de las ferias de repostería creativa… las tartas de los concursos de decoración… Todas son falsas… ¿Quien me lo iba a decir? Hasta que no empecé a meterme en este mundillo, nunca se me había ocurrido que fuera así… Je,je
Mi tarta se inspira en la película de Disney de estas Navidades, «Frozen«. Una película maravillosa, con unos personajes entrañables, y unas protagonistas que enamoran desde el minuto uno.
Si no la habéis visto, no conoceréis a Olaf, el muñeco de nieve, el personaje mas simpático de la película, que paradójicamente adora el verano… y que nos mantiene con la tensión hasta el final de saber cuál será su incierto destino…
En mi tarta aparece representado como en varias escenas de la película… sin cabeza… je,je… Y junto a unas hermosas velas navideñas que nos recuerdan dos cosas: la primera es que aunque está hecho de nieve fría, Olaf tiene un corazón tierno y caliente; y la segunda es lo que a todos nos preocupa cuando vemos la película… ¿podrá mantenerse firme Olaf y no derretirse nunca?
Los colores son colores del invierno… El blanco de la nieve, el azul del hielo, el azul oscuro que nos recuerda el frío y el cielo… y los copitos de nieve que rodean toda la tarta, como el invierno eterno en el que queda sumida la película… ¡¡¡No os la perdáis!!!
¡¡¡Muchas gracias a Sweetiecakes por el concurso y por el premio!!! Me ha hecho muchísima ilusión participar y recibirlo… y sobre todo levanta mucho el ánimo para seguir mejorando.
Esta receta participa en el Carrousel número 10 de “Las Cosas Ricas de Gaby“
Me encanta!! tienes razón con Olaf, es entrañable.
Un beso
Gracias. Lo único que la mía es de mentira… Y la tuya se come… Uhmmm…