Cuando me dijeron si quería hacer una tarta para una despedida de soltera, dije rotundamente que no… uff… ¿Habéis visto la clase de tartas que se hacen para las despedidas? Primero que no me gustan, y segundo que yo tengo alrededor público infantil y hay determinados temas que no son aptos para sus tiernas e inocentes mentes… ¡¡Que nooo!! Que no querían una tarta guarra… que querían una tarta fina y elegante… incluso tirando a cursi… ¡¡Ah bueno, entonces sin dudarlo!!
Lo mas entretenido es pensar como hacerla. Mi principal interés es que esté rica y se deleiten con el sabor, la textura, y la esponjosidad de los bizcochos… y a ser posible que no queden ni las migas para que se queden con ganas de mas. Y el segundo interés es que resulte espectacular, por supuesto… y que tenga detalles personalizados que la hagan exclusiva. Así que después de meditarlo decidí no cubrirla de fondant, pero ponerle unos detalles simpáticos acorde con la historia.
La decoración me quedó tal y como yo la había imaginado… y me hizo tanta ilusión que hasta el momento se ha convertido en mi tarta favorita. El modelado también me llena de orgullo porque es la primera vez que hago un personaje… y la verdad es que quedó muy expresivo. En cuanto al interior está formado por tres bizcochos de tipo genovés, pero variados: uno de chocolate, otro con virutas de chocolate y otro normal. El relleno y la cobertura es de crema de mantequilla con chocolate blanco… ¡¡¡muy, muy dulce!!!
Lo importante es que fue un éxito y que la futura novia lloró de emoción al recibirla. Leer mas pinchando aquí.