¡¡Ayer me quedé tan contenta!! Decidí hacer unos cupcakes y decorarlos con buttercream de merengue suizo… Se que la clave está en batir hasta el infinito, así que cogí mi batidora de varillas y con mucho ánimo me dispuse a no soltarla hasta no conseguirlo… El brazo se quedó muerto de sujetar y la máquina se puso caliente hasta quemar… pero logré la crema mas suave que había hecho nunca. Con una textura perfecta para hacer decoraciones, y un sabor suave y sensacional, nada pesado a mantequilla… había cogido perfectamente el aroma que le puse a nubes… No soy muy buena aún con la manga pastelera… pero hice lo que pude para que mis cupcakes de nubes fueran decentes y presentables… Aquí los tenéis:
Y después de hacerlos, me los llevé al parque de bolas, para que mis amigas los degustaran y me dieran su opinión… ¡¡que bonitos!! ¡¡da pena comerlos!! Je,je, je… hasta que los prueban y el sabor se pone por encima de la pena de comerlos… Deliciosos… Hasta los peques se zamparon uno…Lucía el cupcake y sus amigos todo el merengue suizo con los deditos… ¡¡Uhmmm!!
Para que lo intentéis, os dejo la receta aquí.