Seguimos con las tartas que hice para le bautizo del pequeño Arturo… Como ya os dije cuando os enseñé la tarta Selva Negra versionada… he optado por hacer tartas tradicionales, y si hay una tarta tradicional que destaca sobre las demás, y con la que nunca vas a fallar en un evento, esa es la Tarta Massini, o Tarta San Marcos…

Tres ligeros bizcochos genoveses, con grandes capas de nata montada y de trufa… y su imprescindible yema tostada. Esta vez si que pude tostar la yema con un soplete que compré… y la diferencia es abismal… Le da un toque tan delicioso, que te puedes tomar la tarta entera de una sentada… ¡¡increíble!!

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He bautizado a mi hijo pequeño hace unos días, y para celebrarlo he reunido en casa a la familia y he preparado un montón de dulces, como os podéis imaginar… Os voy a ir enseñando algunos, porque me quedé muy, pero que muy contenta. En mi familia son muy tradicionales, así que opté por tartas clásicas, pero con estilo… y por supuesto saqué todos los apuntes del magnífico curso de Tartas Deliciosas que hice con La Cuinera… Podéis leer todo sobre ese curso en este post…

Esta fue mi versión de la Tarta Selva Negra… Con nata montada aromatizada con vainilla, y con las gigantes virutas de chocolate blanco que logré por fin, atemperando el chocolate y rallando delicadamente con mi mini – rallador… He quedado maravillada con estas virutas, de verdad… No hace falta decir que la tarta estaba «deliciosa», y voló por momentos… La probaron tanto grandes como pequeños, y a todos les encantó. Eso sí, no le puse las cerezas maceradas en kirsch… Lo que hice fue un almíbar con esencia de cereza… para darle ese toque…

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